Luz de estudio y una edición especial para crear atmósferas mágicas.
En la fotografía fine art el tratamiento visual de la imagen se inspira en el arte. Tanto las poses como lo que aparece en escena, y sobre todo la edición (que es mucho más laboriosa y detallista), buscan un cierto parecido con la pintura clásica. Para mí, se trata de crear una atmósfera mágica usando iluminación de estudio y distintas técnicas de edición fotográfica. Eso sí: hay que plasmar esta inspiración artística sin perder de vista el alma de cada persona, porque un retrato que no transmite sensaciones no es nada.
Este estilo está especialmente indicado para quienes quieren regalar o regalarse unos retratos clásicos, atemporales y especiales, que se desmarquen de las fotos que hacemos a diario y que perduren para siempre como un recuerdo de calidad y de cariño.