Realizar en vuestro hogar la sesión de recién nacido es una alternativa al estudio que cada vez me gusta más. Esos primeros días de vida llenan todo de un aroma especial, la casa es distinta y todo resulta nuevo. A veces caótico y desordenado, ya lo sé, pero siempre natural, emocionante e irrepetible.
Los padres de Félix me abrieron sus puertas para llenar fotos de caricias, de pausas, de abrazos… y de miradas. Ese «amor a primera vista» entre Elena y su bebé no tiene precio… ¿Habéis visto alguna vez a un bebé mirar así? ¿A que merece la pena poder captarlo?
Os invito a ver algunas de sus fotos y luego si queréis contactad conmigo para contaros más sobre este tipo de sesiones.