A veces pasa que planificas un trabajo, disparas cientos de veces y tras horas cámara en mano salen muchas fotos técnicamente correctas ( otras tantas que no -ups!!) pero ninguna es capaz de conmovernos. Otras veces en cambio, en un minuto a través del visor ves que todo encaja y un instante perfecto capta el gesto preciso, la emoción buscada.
Este momento se ha convertido en regalo de gran formato para la casa de una familia a la que quiero mucho. Será tal vez por eso que a veces la inspiración no llega y otras no hace falta más motivación que el cariño?
Gracias a todos los que habéis confiado en mí para regalar recuerdos estas navidades. Empieza un nuevo año lleno de instantes que fotografiar.