Las sesiones de fotos de Navidad este año han traído a LaLuna una locura de niños, caos, improvisación y accidentes varios en renos, ardillas y bolas. Pero también lo han llenado todo de risas, de acabar por el suelo niños, padres, asistente y fotógrafa, de miradas dulces y de besos a cambio de chocolate al acabar, y de abrazos agradecidos al entregar las fotos…
Reconozco que es una campaña agotadora física y mentalmente, que cuando la termino de lo último que tengo ganas es de decorar mi propia casa para Navidad, pero cuando veo los pedidos de cuadros, fotos, adornos y tarjetas de felicitación, y vuelvo a ver las fotos pasados unos días, me alegro mucho de haberlo hecho un año más.
Os dejo con algunas de estas fotos. Desde luego no están todos los que son porque han pasado por delante de nuestro árbol de Navidad más de treinta familias, pero son una muestra de la inocencia y la alegría que los niños son capaces de contagiar. Y más aún en Navidad.
Felices fiestas a todos y gracias por compartir!