De un tiempo a esta parte mis sesiones de fotos con recién nacidos empiezan centradas en el bebé, buscando su ritmo y sus poses naturales… y al final acaban en brazos de los padres, que para eso es el mejor lugar del mundo, no?
En este caso, Paola acabó rodeada de sonrisas y de besos, también de su hermana María, que es una de esas niñas tímidas y de sonrisa maravillosa, serena y madura que tanto me gusta encontrar. En fin, un lujazo de familia a la que espero ver pronto de nuevo.
Gracias a todos los que confiáis a mis manos lo que más queréis y tenéis además la generosidad de dejarme compartirlo.