Si me permites un consejo o, mejor pensado, varios…
Regálate una tarde con tu familia que puedas conservar para siempre. Invierte en tiempo juntos, en compartir el instante para que adquiera mucho más valor cuando pase el tiempo.
Aparece en las fotos con tus hijos, que no te importe si sales mejor o peor, a ellos les da igual. Esto va de sentimientos, no de poses.
No te conformes con hacerles cien fotos con el móvil y almacenarlas en tierra de nadie. Es como no haber hecho ninguna si no vuelves a verlas.
No les pidas que sonrían siempre a la cámara, deja que se muestren como son y como se sienten en ese momento. Ellos viven en las fotos, intenta hacerlo tú también.
Busca la ayuda de alguien que os mire más allá de la apariencia, para sacar a la luz las emociones que compartís. Relájate y confía en tu intuición y en su profesionalidad.
Las imágenes que creas ahora, en su recuerdo y sobre el papel, son una de las mejores cosas que puedes dejar a tus hijos para el día de mañana.
Fotos del post: Jose y Manuel con sus padres, sesión de familia en la playa (muchas gracias por dejarme compartir y por vuestra confianza de siempre).